Otro tema de difícil evaluación, máxime si tenemos en cuenta que el coste de muchos materiales básicos ha sufrido un incremento muy inferior a la evolución general de los precios e ingresos. De hecho, la resina y la fibra de vidrio valen poco más o menos lo mismo hoy que hace quince años: Resina, fibra, acero inoxidable, tornillería, maderas, herramientas…

La oferta se ha ampliado enormemente y eso ha beneficiado al consumidor. Por otra parte, con mentalidad amateur tiendes a incluir en los costes apartados que alguien que compra una embarcación los considera aparte; es algo inconsciente, pero cuando pienso en el dinero invertido, incluyo motores fuera borda, botes auxiliares, material de buceo, material de respeto, libros, herramientas, formación y un largo etcétera.

Cuando en el 89/90 hicimos la relación valorada para el pago de impuestos, pecamos de ingenua sinceridad, e incluimos alquileres, grúas, transportes, acometida de luz, etc sumando algo más de siete millones de pts. Es cierto que de haber invertido ese capital, hoy tendríamos dinero suficiente para comprar una unidad semejante de segunda mano, en buen estado, con un nivel de acabado mejor; nadie lo duda. Pero llevamos diez años navegando y no es lo mismo el esfuerzo económico de construir algo que te ilusiona, ocupa tiempo libre y enseña, que reducir drásticamente tu nivel de vida ahorrando para comprar al cabo de los años un barco. No, las cosas no funcionan así. Tampoco los intereses que en aquellos años se manejaban, dejaban mucho margen para aventuras financieras.