
Mástil, jarcia
Sopesamos la posibilidad de construir el palo en pino de Oregón, pero desistimos al ser una opción de costes disparatados. Al sumar el coste de la madera, la enorme cantidad de tornillos de carpintero que había que construir, comprar o alquilar, la necesidad de múltiples apoyos y un largo etcétera, optamos por aceptar los buenos oficios de Isidro (Igena) que nos proporcionó un mástil sólido, bien dimensionado, en el que puso su mejor saber.
Nuestro mástil mide 18,75 metros, de los que dos penetran en el casco buscando apoyo sobre la orza. Tiene un elevado momento de inercia, bastante superior al propuesto en planos, dos pisos de crucetas, una jarcia sobredimensionada y transmite al casco los esfuerzos de un plano vélico, quizá excesivo, que permite al Albanta trotar alegre con ventolinas.
No deberías escatimar esfuerzos a la hora de comprender como trabaja un mástil, qué papel juega la jarcia, de qué depende su solidez. He leído bastante documentación técnica confeccionada por personas de gran valía y experiencia, pero tal cúmulo de información, tal alarde de conocimientos me viene grande. Te participo que solo alcanzo a entender las bondades de un palo robusto, en candela, de jarcia fuerte anclada en cadenotes sólidos sobre el casco, y pletinas y contrapletinas con pernos pasantes y tuercas autoblocantes en el palo. Ya he visto bastantes bulones sin seguro, bastantes cadenotes con orificios mucho más grandes que el diámetro del bulón que reciben, como para perderme en disquisiciones teóricas sobre el grado de caída idóneo, cuando navego cargado de pertrechos, víveres y agua a mis queridos cinco o seis nuditos, tan ricamente.
Por cierto, como probablemente instalarás un enrollador de génova, déjame invitarte a una reflexión: Los enrolladores de génova funcionan bien cuando el estay que lo sustenta está tenso. Si llevas un tensor de backstay potente y fácil de manejar, es lógico que juegues con él; nada que objetar. Curvas el palo, amollas, en fin, esas cosas, pero es cuestión de tiempo que intentes enrollar tu flamante génova con el stay poco tenso, es decir, describiendo una curva importante. El perfil de aluminio del enrollador, girará libremente en su parte inferior, pero en la parte superior tenderá a arrastrar en su giro al cable de acero (stay) que le sirve de eje, imponiéndole una importante torsión que se verá frenada en los centímetros próximos al terminal superior. Esto redunda en un aumento del esfuerzo a realizar sobre el cabo del enrollador, así que no es de extrañar que muchos tripulantes se ayuden de un winche para tirar del cabo y enrollar así la vela. Están servidos todos los ingredientes para perder el mástil; ya he visto algún barco desarbolado por esta cuestión y algún otro que se ha librado por los pelos (resistió la vela, advirtió deterioro en el stay antes de que rompiera…).
Otra cuestión: La necesidad de subir al palo periódicamente. Todo el mundo está de acuerdo en que a los mástiles es necesario subir de vez en cuando, para supervisar el estado de la estructura; así arraigos, poleas, tuercas, pletinas, bulones, seguros... deben ser inspeccionados como único medio de evitar males mayores en condiciones que hacen imposible una reparación, por no hablar de catástrofes. Lo que ocurre es que, en ausencia de escalones, subir al palo es una tarea difícil, que exige la participación de varias personas y que en la práctica se puede demorar varios años desde la última vez. Lamento enfurruñar a los amantes de la estética límpida de los palos sin escalones, pero son a mi juicio un elemento de seguridad insustituible, sobre todo en cruceros familiares, en los que el patrón suele parecerse poco al hombre araña.
Unas líneas sobre el “todo transversal”, creo que mis respetados amigos galos le llaman así. Se trata de una disposición de cadenotes y obenques que elimina los cadenotes de los obenques bajos y , a veces, el baby, por el simple procedimiento de utilizar una estructura conocida como “pórtico” basada en un palo curvado permanentemente hacia popa y crucetas retrasadas. Todos los esfuerzos que el palo transmite lateralmente, coinciden en un único punto. Me consta que es una disposición teóricamente sólida, pero algo me dice que debe ser mejor repartir los esfuerzos en tres puntos en lugar de uno, aunque eso suponga un mayor número de cadenotes, interiores menos diáfanos y una estética inferior, por más abigarrada. Por otra parte creo que la resistencia a la fatiga de las aleaciones usadas en la construcción de mástiles, no es como para tirar cohetes. El mundo de la regata, siempre rozando los límites de resistencia, se beneficia de disposiciones así, pero servidor, crucerista de medio pelo y gracias, no puede evitar un rictus de desconfianza ante tanta tensión, tanta concentración de esfuerzos, tanto ahorro de materiales y costes.
Luís Martí
Administrativo de oficio con múltiples aficiones. Aprendiz de todo, especialista en nada, inquieto de manual y bastante cegato. Tuvo la fortuna de coincidir con Rosa y llevar juntos a buen término un proyecto descabellado.
Posts relacionados
Corrosión galvánica
Quédate con una idea básica: En ambiente marino, dos metales distintos en contacto ponen en marcha un proceso que destruye al menos noble de los dos. Bueno, vale, la cosa es más compleja pero para andar por casa sirve. Si montas un escalón inox sobre un p…
Leer másJarcia de labor
Adquirimos a la vez mástil, botavara, jarcia firme, jarcia de labor y enrollador de génova. Como ya he comentado, estuvimos muy bien aconsejados y doce años sin problemas en este área lo avalan, incluyendo lo concerniente a la jarcia de labor. No te puedo…
Leer más