Corrosión galvánica

Quédate con una idea básica: En ambiente marino, dos metales distintos en contacto ponen en marcha un proceso que destruye al menos noble de los dos. Bueno, vale, la cosa es más compleja pero para andar por casa sirve. Si montas un escalón inox sobre un palo de aluminio, se degradará el aluminio. Si atornillas un tornillo inox sobre una base de aluminio, la corrosión bloqueará la unión hasta el punto de hacer imposible sacar el tornillo. De métrico seis para abajo, muchos tornillos prefieren ser decapitados antes que abandonar su confortable cama de aluminio, a menos que hayas intercalado algún producto aislante entre los dos metales. Lo más técnico son barnices aislantes, pero pedazos de plástico procedentes de envases de refrescos, cinta de teflón de fontanero, vaselina, pegamento, bloqueador de tornillos…. casi cualquier cosa que aísle mínimamente la unión, te será útil si un día tienes que desenroscar algo. Lo mismo vale para los remaches; por supuesto que es mejor usar remaches de monel sellados con arandela de neopreno, pero los de aluminio e inox con vendaje de teflón, te pueden resultar.

Algunas cosas tienen peor solución; si tu mástil se apoya sobre una base de inox, ésta se lo comerá tranquilamente año tras año. Únicamente desmontar el palo para colocar una placa aislante o sustituir la base por otra de aluminio, detendrá el apetito voraz del acero inoxidable.