Si te mueves con soltura en el mundo de los planos, dibujo industrial y similares, ahórrate esta pérdida de tiempo; lo que sigue no es para ti. Si por el contrario frente a un plano pones la misma expresión que aquella vez que te pusieron por error un examen de matemáticas de cuarto curso y estabas en primero, quizá saques algo en claro de esta parrafada. Puesto que hablamos de barcos imagínate uno; de vela, que me gustan más. Mentalmente despójalo de todos los armamentos de cubierta: Fuera palos, botavaras, jarcia, winches, cornamusas, etc. Continúa y elimina la cubierta enterita y si te apetece quita también la orza, sobre todo si tu barco imaginario tiene la orza de fundición. Por cierto vacía el casco. A estas alturas en algunas neuronas debes tener almacenada la imagen de un casco vacío y sin cubierta, algo así como una bañera con forma de barco.
Continuemos: Ponlo boca abajo. Como suena, dale la vuelta y apóyalo bien de modo que lo que era la línea de flotación de tu sufrido barco quede perfectamente horizontal. Ahora imagina que tienes una sierra gigantesca que te permite cortar el casco como si fuera un embutido cualquiera. Supongamos que el casco que imaginas tiene trece metros; vas a cortar el casco en rodajas, una cada metro, perfectamente verticales sin desviarte un ápice. Obtendrás trece rodajas que compartirán una característica común: Son perfectamente simétricas respecto a un eje vertical que pasa por su centro; dicho de otra manera, si tienes el perfil de media pieza conoces la otra media.
Supón que cortas cada pieza obtenida por la mitad siguiendo ese eje citado y la apoyas (bien por el lado de popa, bien por el de proa, pero siempre el mismo) sobre un enorme papel milimetrado, en el que hayas previamente dibujado un eje vertical y otro horizontal (abscisas y ordenadas, como en el colegio); harás coincidir exactamente el que era eje vertical de la pieza con el eje vertical del papel. Imagina que en esa situación pasas un lápiz por el perímetro de la pieza; retirada ésta te quedará un dibujo que podrás trasladar en forma de números a una cartilla por el simple procedimiento de anotar las cotas del perímetro trazado respecto a nuestros ejes. Si repites el proceso con las doce piezas del ejemplo y anotas cuidadosamente el número de cada pieza y sus correspondientes cotas (cuantas más anotes con mayor precisión podrás reproducir después la forma) acabarás por completar lo que se conoce como cartilla de trazados, información crucial en cualquier plano para la construcción del casco de una embarcación. Es de vital importancia que el punto que corresponde en cada pieza a la línea de flotación ocupe siempre la misma cota respecto al eje horizontal.
Todo este rollo para llegar al principio: El comienzo de la construcción.
Luís Martí
Administrativo de oficio con múltiples aficiones. Aprendiz de todo, especialista en nada, inquieto de manual y bastante cegato. Tuvo la fortuna de coincidir con Rosa y llevar juntos a buen término un proyecto descabellado.
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